viernes, 21 de febrero de 2014

Territorio interactivo

La escenografía inmersiva y el umwelt digital

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 Las ontologías de la process philosophy llevan décadas proponiendo una conceptualización del espacio alternativa a la de categoría apriorística, universal y homogénea heredada de Kant. Einstein fue capaz de cuantificar la ductilidad del espacio tiempo, describiéndolo matemáticamente como un tejido suave y plástico que se deforma en presencia de los objetos que lo ocupan. Espacio plegable y desplegable, irreductible a los ejes cartesianos de X, Y y Z, inconcebible como receptáculo vacío, o como latencia neutra y estéril: los acontecimientos no se realizan en el espacio, sino que la espacialidad  es resultado del acontecimiento, de los cruzamientos y colisiones (vínculos) que convergen en un mismo lugar.

La arquitectura contemporánea se afana desesperadamente en la difícil tarea de materializar el umwelt del ciudadano 2.0, ese cuyos símbolos y afectos mutan a la velocidad de un mundo en el que incluso lo identitario es resultado de procesos interactivos. Pero ese espacio post-cartesiano, dinámico e intensivo, hecho de modulaciones y permutaciones virtuales,  difícilmente encajará en el frustrante estatismo de la edificación de acero y piedra, cuya aparente quietud a duras penas puede hacer visible la duración, la transitoriedad de toda forma, o ilustrar con claridad la potencia creadora que se deduce de la comparecencia de los cuerpos. Sin embargo, las arquitecturas efímeras y las performances están demostrando ser el campo de experimentación perfecto para la realización del umwelt digital,  Si fotografía y cine fueron los principales campos de narración arquitectónica del siglo XX, quizás ahora el lenguaje más fértil para ilustración de especialidades dinámicas sea la danza, como analogía de  una cultura en la que el aquí no es más que un actor secundario del ahora.  El problema de la Ville Radieuse fue olvidar que un día habría un día después de sí misma: decididamente tras Foucault el genius loci no puede ser más que el humo resultante de la hoguera de un zeitgeist.

Ejemplar de esta nueva estética, la irresistible escenografía digital diseñada por Ultracombos para Anarchy Dance Theatre brilla con la misma contundencia que las instalaciones de Ryoji Ikeda, por el modo en que visibiliza la concepción no euclidiana del territorio: aquí incluso la métrica de los lugares es una medida del cuerpo, lo ancho y lo largo y lo alto se comban y distienden en función de los modos de su ocupación, el sujeto y el objeto reverberan con su milieu, que deja de ser escenario pasivo o superficie de representación simbólica, para convertirse en agente participativo, concomitante con la dialéctica entre intérpretes, público y libreto. Una preciosa escenificación de lo urbano entendido como territorio vivo, cuya aparente inmovilidad está en realidad animada por el torbellino de afectos, movimientos, juegos de poder, deseos y auras a los que debe su esencia. Cada cuerpo es un ecosistema que irradia territorialidad, en cada preciso momento, y en cada preciso lugar. El título no puede ser más adecuado: Seventh Sense.






Pero quizás el coreógrafo más reconocido por su talento para la creación de eperiencias multimedia sea el australiano Gideon Obarzanek, cuya compañía Chunky Move explora con mucha sensibilidad la capacidad expresiva de las nuevas tecnologías inmersivas en relación dinámica con el cuerpo. Los videos hablan por sí solos.

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2 comentarios:

  1. Pues sí, ese asunto del movimiento también creo yo que tiene mucha "miga". Y ciertamente está muy de moda eso del "contact dance" o del "contact improvisation", y que para abreviar lo llaman curiosamente CI -como el cociente de inteligencia :-)

    Hace poco estuve en uno de esos eventos, que suelen ser muy abiertos a cualquiera que esté dispuesto a seguir el juego ese del "contacto permanente" con "el otro", pero siempre "en red", claaaaro -muy en la línea del 2.0 que tú comentas, por cierto-, y siguiendo una musiquilla que siempre ponen, o que toca alguien -entre bambalinas o no-. ¡Qué metáforico! resulta todo esto, por cierto :-)
    El caso es que cuando me cansé de tanto "contacto", le dije al músico que tocaba, también cosas improvisadas, con varios instrumentos que llevaba -aunque lo que más tocaba era una guitarra eléctrica, que a veces distorsionaba con un artefactacto al que estaba también "enchufado" permanentemente-... pues bien, le dije que si le podía acompañar tocando yo algún cacharro de los que llevaba,.. y me dijo que por él encantado, ya que le costaba mucho improvisar sin tener a nadie al lado,.. así que toqué un ritmillo con un tarugo de madera y un palo -una "clave" creo que se llama,.. ¡vaya casualidad! :-) ... y él improvisaba melodías partiendo del ritmillo ese, que a veces yo variaba.
    Lo que intento explicar es que sin algo que se repita, es decir, sin un ritmo de fondo sobre el cual construir una melodía o un movimiento diferente de la repetición del baile tradicional, pues no sería posible hacerlo.

    Decía Deleuze que los filósofos fabricaban conceptos, a lo que Baudrillard añadió que en el fondo es un trabajo como otro cualquiera. Pero,.. ¿qué es un concepto? le pregunté yo un día a un profesor de filosofía. Y me dijo que era lo que se abstrae de algo que se repite, como el concepto de "madre", que pueda ser el primero que todos tengamos, y que vamos fabricando cada vez que de pequeños, cuando llorábamos para que nos dieran de mamar, venía nuestra madre, y a unos vendría con una sonrisa a alimentarles, y a otros con mala cara a ponerles un chupete en la boca para que se callaran, o a otros más desafortunados, supongo, pues algunos gritos les daba, no sé,.. el caso es que cada cual tendría un concepto diferente o parecido de eso que llamamos "madre". Claro que, deshacerse de estos preconceptos es lo que Ranciere, Deleuze o el mismo Baudrillard nos proponen continuamente, a través del lenguaje, o del arte, o de lo que sea, con el fin de salir de nosotros mismos o de este mundo tan... "circular" en el que estamos inmersos.

    Sin embargo, sin estos preconceptos, o sin estos "ritmos" de fondo, difícilmente veo yo que se pueda hacer algo nuevo. A no ser, claro, que las melodías tengan como objetivo principal, no ya seguir al ritmillo del preconcepto, sino alterarlo hasta poder cambiarlo. Pero eso, obviamente, ni aun así es garantía de nada, claro.

    En fin, esto es lo que a mí me ha sugerido el leer tan interesante y actualizante post, por cierto,.. aunque no sé si me he explicado bien,.. pero que en cualquier caso, con tal de que el concepto se intuya, pues ya sería suficiente, supongo.

    Ah!,.. y otra cosilla,.. ¿me podrías dar un par de ejemplos de eso de que... "fotografía y cine fueron los principales campos de narración arquitectónica del siglo XX" ?.. es que me gusta la idea, pero como yo de arquitectura ando un poco "pez", pues no atino a pensar con claridad a qué te refieres concretamente, aunque algo intuyo, claro :-)

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  2. hola neno. cómo va todo?
    Te envío enlace a concurso que seguro te interesa.

    http://www.berlinunlimited.org/

    abrazos adolfo

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